La excusa era una hamburguesa

La campaña que realizamos junto con Chef Burger para hablar de salud mental. fue para nosotros poner en práctica los artículos científicos que nos sustentan y emocionan, para probar que el amor también es una energía vital. La excusa era una hamburguesa y validamos el efecto de lo que hacemos para hablar de la importancia del amor como fuerza vital. 

Nuestra primera entrega fue junto con la Fundación Acción Interna. 93 adolescentes con condiciones que limitan su libertad por ciertos delitos. Lo primero que nos contaron fue que un 93%, eran víctimas de maltrato, abandono o abuso. El amor lastimado se les veía en el cuerpo agachado. la cabeza baja, la defensa de sus palabras: “profe, yo no amo nada”, “profe a mí me hicieron con rabia”. Acompañamos los talleres hablando de lo que pensamos. Hablamos sobre la campaña y les contamos que cada desconocido había escrito una carta para cuando les entregáramos el Abrazador. La entrega rompió aquellas posturas duras y frías, hacía que las cabezas se levantaran, que la curiosidad se despertara. El momento del abrazo hizo todo solo. Casi que no necesitamos palabras para que ellos entendieran de lo que hablábamos. 

Hasta para los profes y el equipo de producción fue significativo: 

“yo les digo a todos hijo. Hijo recoja eso, hijo silencio, y en la entrega uno de ellos me dijo: -Profe venga yo le doy un abrazo de hijo”.

Ese Abrazador vino con muchas frases que decían ¡Esta es la primera hamburguesa que pruebo en mi vida!. Esta entrega creemos que fue un bálsamo para ellos, ese recuerdo que queda en el Abrazador, una señal de reconciliación, de entender que la rabia también viene de no sentirse amados. 

La segunda entrega fue en la Fundación Sergio Urrego. Invitaron a los chicos que alguna vez habían llamado en crisis a la línea de atención para prevención de suicidio en niños y adolescentes. Escuchamos sus historias y, con una entrega muy sentida, Alba, quien cambia día a día el dolor de haber perdido a su hijo por el amor para que a otros no les pase lo mismo. entregó cada Abrazador como si llegara a limpiar la tristeza de ese dolor. 

En Barranquilla, un chico en un hogar de acogida de la Fundación Cedesocial, que había perdido a sus papás, dijo: -“este Abrazador era justo lo que necesitaba”. El Abrazador en Cali ha hecho parte de los procesos de alivianar el dolor por enfermedades de salud mental con la Fundación Casa Intersticios.  En Medellín, los llevamos hasta el pico de una montaña llena de niños donde fortalecerán procesos de prevención a drogadicción junto con juegos y hamburguesas que les alegraron el día. 

Gracias. solo podemos decir gracias como una manera de honrar cada hamburguesa que compraron, cada pedacito de ser que tocaron. La excusa era una hamburguesa. pero intercambiamos soledad y tristeza por mucho amor y dejamos un recuerdo de cientos de desconocidos que creen en otros a través del poder de un abrazo.

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