El amor es una habilidad

Creemos que el amor es una habilidad que se aprende. Mirar a los ojos, escuchar atentamente, disponerse hacia el otro, ajustarse al otro. Adaptarse al otro.

Tener la atención en la creación, el disfrute. Esta clase de amor se parece a lo que uno piensa cuando le preguntan por ¿Cuál es su pasión? o por su propósito… Es la respuesta que uno puede dar cuando piensa en lo que más ama y la respuesta no es una persona o una cosa. 

Paciencia, respeto por la libertad de ser distintos, honestidad, la alegría de expresar y ser lo que somos, el acariciar, recibir, entender los lenguajes del otro que no necesariamente es la pareja o la familia. Lo hablamos en un concepto expandido que va más allá de una relación o un sentimiento. Para nosotros el amor es una energía vital. Es fuerza, potencia, energía que viene de una fuente inagotable. Energía que se convierte en propósito e inspiración. Es una disposición mental orientada a la creación, la oportunidad, a dejar a un lado la defensa y apostar por la amabilidad. 

Es una sensación compleja de explicar por simple y potente. Es ganas, es entusiasmo, es una sustancia química que se produce en el cerebro cuando te sientes perteneciente a algo más grande que ti mismo y que activa otras que producen sensación de bienestar: la oxitocina.

Una vez en una clase de maestría, una estudiante china nos contó que en su país la gente no se abrazaba. -Entonces cómo manifiestan en tu país el afecto- Pregunté. -Con actos. Respondió ella. Es compromiso en el actuar más que en la palabra. 

¿Cómo explicarlo?

Poner el corazón, darlo todo en la cancha, estar abierto, son algunas de las frases que pueden ayudar a resignificar la palabra. Además es muy útil hacerlo para romper las creencias de éxito, familia o pareja instaladas por las telenovelas y los cuentos de hadas y las princesas. Cuando encuentras el amor que eres, más que el que tienes esas creencias cambian y con más claridad se encuentran respuestas. 

El amor es una habilidad porque requiere invertir tiempo en un entrenamiento donde lo único valido es ponerlo en práctica. Es necesario ajustar los pensamientos y la capacidad de recibir y dar ese sentimiento de dulzura que expande todo lo que en lo que al corazón refiere. Nosotros lo vemos muy necesario para tener paciencia luego de una pataleta, o para ver el miedo que se esconde detrás de un grito o un golpe, no para justificarlo porque no lo puede todo. Cuando se habla de amor también se habla de límites y del famoso amor propio. Que para nosotros no es más que a la persona a quien más uno podría amar, es a uno mismo. Por eso un personaje que con el símbolo de un corazón y un abrazo, muestra caminos en una isla que es el mismo, para descubrir su propia sabiduría.

TAMBIÉN TE PODRÍA INTERESAR