Una gran sombra con ojos luminosos apenas se distingue entre la oscuridad de las grietas de una cueva gris y tenebrosa. Sale de un Abrazador que aprende a convertir el miedo en fuerza, al que solo se le siente el temblor.
Es en la cueva donde las sombras se conocen, se advierten, se escuchan. Desde tiempos antiguos la cueva ha sido el lugar para los símbolos, para los primeros rituales, donde se construye la protección y lo sagrado. Donde aprendemos a conocer nuestros artilugios, maniobras, ritos y trucos para atravesar el miedo, la oscuridad y la sombra.
El miedo es la emoción más profunda porque es la que defiende la vida, de ella se desprende la rabia, la tristeza por la pérdida, la frustración, los celos, la envidia. Es una de las raíces más profundas y el ingrediente secreto que devela muchas de las emociones secundarias que indican alerta, peligro, pérdidas o soledad. Por eso también es la que más enseña y cuida, moldea y entrena.
En la Isla de los Abrazadores el miedo se convierte en fuerza. Aparece en el corazón palpitante, las piernas temblorosas, las manos sudorosas de un Abrazador violeta oscuro que apenas puede manejar su propio cuerpo cuando lo invade el miedo.
En nuestro primer libro, encuentra su nombre, su lugar en la Isla y un amigo que lo ayuda a dominar su cuerpo en los momentos más complejos. El libro permite además, que observemos el miedo, preguntemos su nombre, escondite y raíz. Podemos moldearle hasta el corazón para volverlo un amigo con el que se pueda, sobre todo, aprender a convertir el miedo en fuerza.
Incluye un bloque de plastilina y un acceso a nuestra isla virtual donde podrás acceder a una melodía que recuerda la valentía y el poder del corazón para atravesar esta emoción.
